Abuelo del Tenso FANCLUB

Había una vez un Tenso. Su vida era caótica y desenfrenada y sus excesos con las drogas y el flan no conocían fronteras. En una de sus clásicas <em>Fiestas de las 20:30, antes de que los Lunnies se vayan a dormir</em>, empezó a escuchar un sonido desconocido. Suave pero constante, ese ruido lo empezó a inquietar. Era una inconstante melodía que se introducia en su cerebro y no lo dejaba pensar con claridad. Aunque tampoco es que los Tensos piensen mucho, pero bueno. Molesto por ello, el Tenso empezó a buscar el lugar de donde provenía. Tras registrar toda la casa, se dirigió al único lugar inexplorado, el comedor. Mientras buscaba se dedicó a analizar el sonido, llegando a la conclusión de que se trataba de un líquido cayendo sobre una superfície rígida. Mientras se preguntaba qué podía ser el causante, la escena que vio le impacto con tal fuerza que casi se cae de bruces al suelo. En medio de la pacífica habitación se encontraba su abuelo. Pero no en su estado natural. Un charco a sus pies, creciendo sin parar. Pero quizá la palabra <em>charco</em> no lo define con exactitud, ya que no hay vocablo en nuestra lengua capaz de referirse a la horrenda masa de pis, excrementos, baba y otros fluidos corporales que se amasaban ahí. Conteniendo a duras penas el vómito, el Tenso corrió hacia su abuelo para ayudarlo. Desesperado, dijo: -¡¿Qué te pasa abuelo?! ¡¿Qué es todo esto?! Su respuesta fue una serie de murmullos indescifrables. Viendo que su mensaje no llegaba, el abuelo continuó repitiéndolo, pero lo único que llegó a los oídos del Tenso fue "<em>Tú</em>". -¿Yo qué? ¡Déjate de tonterías abuelo, eres tú el que está en apuros! Venga, acompáñame a... -Tú. Tú. -¡Abuelo, déjalo ya! -Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Tú. -¡ABUELO! ¡Yo estoy bien! Una sonrisa desfigurada tomó forma en la cara del abuelo mientras le respondía: <div class="spoiler"><input type="button" class="button" onClick="this.nextSibling.nextSibling.style.display='block';this.style.display='none';" value="Show spoiler"> <span class="spoiler_content" style="display:none"><input type="button" class="button" onClick="this.parentNode.style.display='none';this.parentNode.parentNode.childNodes[0].style.display='block';" value="Hide spoiler"><br><strong><span style="font-size: 300%;">-NO, YOU ARE ALREADY DEAD.</strong><!--size--></span> Y entonces el charco fue sangre del Tenso. Muerto, cayó al suelo.<!--spoiler--></span></div>